Historia de La Magnífica
El nombre de Magnífica proviene de su origen de la frase en latín, la cual dice: Magnificat anima mea Dominum (alaba mi alma al Señor) y según cuenta La Biblia, ocurre cuando se produce el encuentro entre la Santísima Virgen María y su prima Isabel en una población cercana a Jerusalén, cerca de la montaña de Judea. Esta es, sin lugar a dudas, una de las oraciones más importantes de toda la historia en la era donde el cristianismo comenzaría a alcanzar escalas astronómicas.
Origen de la oración de La Magnífica
Según la tradición cristiana, María va al encuentro de su prima Isabel, en una pequeña población que se encontraba ubicada al oeste de Jerusalén, en la montaña de Judea. El pasaje bíblico que narra San Lucas (Lucas 1:26-55) ha sido motivo de minuciosos análisis por parte de expertos en la Biblia y exégetas.
El cántico de La Magnífica se inspira en la tradición del Antiguo Testamento, celebrando las maravillas que Dios Padre Todopoderoso ha realizado sobre la Virgen María. La oración corresponde a la respuesta de nuestra Madre al misterio de la Anunciación: El ángel Gabriel le habría invitado a alegrarse pues gozaría de la dicha de haber sido elegida personalmente ante la mirada benévola de Dios.
La Magnífica, cántico sagrado del alma
Más allá que incluso ver este hermoso canto como una composición a María, al reflexionar sobre La Magnífica, los estudiosos de la Biblia han concluido que este cántico sagrado, pudiera provenir de la primitiva comunidad judeo-cristiana, y expresa en toda su plenitud, la fe de todos los seguidores de Jesús quienes ya se habrían enamorado de la gracia de su Madre.