Diosa griega, Artemisa
Artemisa para los antiguos griegos dentro de su mitología, representaba a una de las diosas griegas, tanto de la caza, los bosques y los animales, era también considera como protectora de la virginidad. Según su historia, se trata de una de las hijas de Zeus y Leto, y pasa a ser hermana gemela de Apolo.
Orígenes de Artemisa y la ira de Hera
Artemisa no sería la primera hija que Zeus tendría de manera extramarital con su esposa Hera, y esto despertaba en la diosa una ira y celos incontrolables, que provocaban en ella los más maléficos y perjudiciales planes en venganza a estos actos de traición en su contra.
Se contaba entonces que antes del nacimiento de Artemisa, Hera descubre que Leto lleva en su vientre a la hija de Zeus, le prohibiría dar a luz en cualquier lugar donde el sol brillase, y en su ira, mandaría a la serpiente Pitón a perseguirla para impedir este nacimiento. Ante esto, Zeus para proteger su futura hija, enviaría al viento Aquilón, para que guiara a Leto hacia Poseidón, y de esta forma, el dios de los mares se encargaría de protegerla y trasladarla a la isla de Ortigia. Finalmente, Leto podría dar a luz a Artemisa.
Representación y culto
Artemisa es representada tradicionalmente en sus esculturas, como una mujer que empuña arco y flechas, siendo consagrada con un ciervo y un ciprés a su lado.
Con respecto a su culto, se extendía por toda Grecia, realizando sacrificios y festivales en su honor por parte de los fieles. En Esparta, pueblo guerrero, le dedicarían sacrificios antes de cada campaña militar. Esta diosa también era vista como protectora de las mujeres, quienes acostumbraban antes del matrimonio, dedicarle muñecos y hasta mechones de cabello a modo de sacrificio y entrega.