El gran dios de los toltecas: Quetzalcóatl
Como en todos los mitos hay muchos puntos de vista de cómo se desarrolló un evento. Así como existían los diferentes dioses mayas, los toltecas tenían a Quetzalcóatl. La historia más es en la que este dios tomaba funciones de rey sobre la ciudad Tollan y el periodo de su gobierno lo llamaron la época dorada de Tollan, ya que la perfección del dios se reflejaba en ella.
Pero el egocentrismo de esta figura perfecta lo hizo hundirse así mismo en la auto adoración; consumiendo todo su tiempo entre oraciones, autoflagelación, baños rituales, ayuna, entre otros ritos religiosos. Esto le trajo consecuencias, estar prendado en su perfección espiritual hizo que no viera con claridad lo que pasaba alrededor.
Por lo tanto los dioses rivales a Quetzalcóatl como Tezcatlipoca lograron estar al reino perfecto de Tollan. Para destruir al dios ‘perfecto’ le dieron un espejo que le mostraba una imagen errónea de el mismo, donde se encontraba viejo e imperfecto; verse de tal manera le provocó tal reacción que no pudo salir de su horror, aquí los dioses sombras se ofrecen a ayudarlo con segundas intensiones. Cinco copas sobre la mesa estaban, esperando por Quetzalcóatl, ofreciéndole el olvido de su ‘realidad’ no perfecta.
Estas estaban llenas de pulque, una bebida que llevó al dios a perderse más en sí mismo y de esa manera deshonrar a su hermana Quetzalpétlatl, tal situación lo llevó a abandonar su puesto como rey y al auto desterrarse por no ser perfecto trajo también el fin de la época dorada de Tollan.
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