Diosa tolteca: Chalchiutlicue
Conocida como diosa de la cultura tolteca “del agua viva” o de lagos y ríos en lo que conforma a Mesoamérica. Para los nahuas es Chalchiutlicue. De manera textual, su nombre tiene como significado “Dueña de la falda verde”, ya que según las creencias, las aguas de los ríos nacían de su falda. En el nombre principal de esta diosa tolteca, también era llamada “su falda jade”.
Chalchiutlicue fue la segunda esposa del dios Tláloc, luego de su casamiento ella fue convertida en la “diosa de las aguas dulces”. De igual forma, le dieron su nombre a una montaña “Malintzin”, ya que desde la falda de esa montaña, surgían los ríos. Tras ser convertida además, en “diosa de las aguas dulces”, Chalchiutlicue dio vida a nuevos lagos y ríos, y su esposo Tláloc, complacido por ella, hacía que la lluvia llegara la tierra. Ambos dioses tolteca, fueron en conjunto aquellos que caracterizaban la fertilidad de la lluvia y por supuesto, de las tierras.
En lo que compone a la tradición de México, se comentaba que durante un período en que el esposo de Chalchiutlicue (Tláloc), estaba casado con Xochiquétzal, esta le fue robada un día por Tezcatlipoca, por lo cual Tláloc quedó devastado. Debido a la tristeza que no embargaba, no le provocaba hacer la lluvia, dejando a quienes permanecían en la tierra muriendo de sed y de hambre, claramente por la sequía. De esta manera, los dioses, también tolteca, preocupados ante el escenario convocaron a una reunión donde tras una extensa conversación, decidieron que lo ideal era conseguirle a Tláloc una esposa nueva, y la que fue la elegida era Chalchiutlicue.