A principios de la segunda mitad del siglo XX, en México se hizo un esfuerzo gradual en adoptar medidas económicas a gran escala que permitieran un auge acelerado de la economía mexicana y le permitiera entrar en el selecto grupo de las grandes potencias económicas. Dicho esfuerzo se tradujo en la adopción de un modelo proteccionista denominado por sus contemporáneos como Modelo de Desarrollo Estabilizador.
Modelo de Desarrollo Estabilizador
Este modelo se enmarcó en el incentivo a la empresa privada, con especial ahínco en las industrias básicas, para que estas elevaran su capacidad productiva y fueran punta de lanza del desarrollo comercial mexicano. Se pretendió llevarlo a cabo a través de subsidios fiscales y financiamiento por parte del Estado Mexicano al gremio empresarial.
Si bien este modelo ya había sido replicado en otros países con suficiente anterioridad, fue bastante novedoso en México y representó un cambio total de paradigma con respecto a la manera en que el Estado había sobrellevado la lógica económica hasta entonces.
Desventajas del Modelo de Desarrollo Estabilizador
Entre las distintas desventajas de este modelo se encontraron:
- Endeudamiento externo descontrolado producto del déficit fiscal
- Caída en la competitividad de las empresas mexicanas y su posterior dificultad para entrar en mercados internacionales.
- Disminución de la actividad agraria con respecto a la actividad industrial.
- Mantenimiento sin alteraciones de los niveles de desigualdad.
- Surgimiento de un déficit fiscal que no fue posible balancear por los subsidios existentes.
- Reducción de la actividad económica del campo en comparación a la actividad industrial.